En la maya

A quien quiera leer, que escuche, a quien quiera hablar k piense, a quien quiera amar que acaricie,
a quien guste mirar que cierre los ojos, a quien preste prestar que gaste, a quien apetezca ayudar que pida manos...
Contra contradicciones y malformaciones, pico y pala, y a escribir poemas de amor a las ranas sin principe, k las sorpresas no son para sorprendidos, ni las virtudes para los amargos.
Encuentrame en la red que drogue a la princesa para que entretuviese a esta araña, y tendremos para ti y para vos, atrevida internauta una magnifica maya donde brincar y Byriad...